FILIPINA
Tu isla es belleza,
de eso no hay que dudar;
pero el hambre y la miseria,
te hicieron emigrar.
Como ave migratoria,
vuelas y vuelas sin cesar;
con rumbo hacia España,
donde te prometieron pan.
Pero qué pan más amargo, encontraste al llegar;
te cortaron sin razón las alas,
y te metieron en cárcel de cristal.
Todas las promesas que te hicieron,
ni un momento pensaste en dudar;
ibas a cambiar, pena por gloria,
y poder tus necesidades saciar.
No hubo, ni contratos, ni gloria,
fue una forzada prostitución;
y hoy tienes las alas rotas,
y destrozado el corazón.
Qué bella era tu isla, aunque se comiera mal; y maldita esa España, que te encerró,en una cárcel de cristal.
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