ENVIDIA SANA
Envidia, envidia,
tú, me hiciste envidiar;
tú, me hiciste sentir celos,
de toda la humanidad.
Tú me contaste un día,
los sonidos de la mar;
me dijiste que gemía,
el mismo viento al pasar.
Los pájaros cantando,
con su dulce trinar;
es un lindo sonido,
que se tiene al despertar.
Me hablaste del grillo,
que también sabe cantar;
de los coros de la iglesia
y los niños al jugar.
También me dijiste,
al verme envidia en la cara;
que había ruidos,
que de verdad, molestaban.
Ruidos de motores,
ruidos de latas,
ruidos que hieren,
el oído y el alma.
Déjame que os envidie,
que es una envidia sana;
que yo, bien quisiera oír,
estos ruidos de latas.
SILENCIOS
¿ Qué sabes tú de silencios?,
tú, que oyes el murmullo del mar,
tú, que oyes la música,
¿de silencios me vas a hablar?
Háblame de penas,
háblame de soledad;
no me hables de silencios,
que de eso, no puedes hablar.
Yo, sé, lo que es el silencio,
yo, sé, lo que es callar;
yo sí, puedo hablarte,
de silencios y oscuridad.
Yo, puedo decirte,
(si pudiera hablar);
que no sé del canto alegre,
ni del sonido del llorar.
¿Qué sabras tú de silencios?,
¿qué sabras de oscuridad?
de esas noches amargas,
y sin saber sollozar.
Gritar quisiera al mundo,
gritar, hablar o llorar;
y ese grito ahogado,
no puede de mi garganta brotar.
y me hablas tú, de silencios,
tú, que oyes sin pensar;
escucha atenta mi suspiro,
que es resignación, nada más.
2 comentarios:
He leido tus Poesias y me
han gustado mucho.
Te animo para que sigas
escribiendo.
Siempre hay que aprender.
Si he tardado tanto en darte las gracias es por no saber como podia hacerlo; creo que ya he aprendido.
Muchas gracias por leerme.
besos
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